“Que levante la mano quien esté libre de toda discapacidad”, fue la frase que propinó a sus alumnos un profesor de psicología. Ante la falta de respuesta continuó, “Si es así ¿por qué nos es tan difícil aceptar a las personas que física o psicológicamente se salen de lo normal?” Un rotundo silencio se apoderó del espacio. El profesor sonrió y solo dijo una palabra que hizo que la audiencia se reacomodara “Miedo”.
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