...Dejemos pues que la ciencia haga su trabajo, seamos conscientes de que el Autismo es tratable, más no curable, y siguiendo las afirmaciones de Kerri Rivera:
• Se quite lo que está causando el daño: la actitud negativa, de dolor, tristeza y frustración que muchos padres tenemos ante el impacto diagnostico que nos desvela que nuestro hijo sufre un trastorno crónico que se prolongará a lo largo de toda su vida.
• Y rompamos el círculo inflamatorio: iniciemos pues, un proceso de aceptación adecuado en el que seamos capaces de admitir toda teoría contrastada por la ciencia que sea beneficiosa para nuestros hijos y rompamos el círculo que inflama nuestra desesperanza.
(Extraido de "Los hijos perdidos del Autismo". Eliana Pérez-Egaña)
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