Vivimos en un mundo tan agitado que muchas veces no nos
damos cuenta de que los líderes o simplemente las personas excepcionales son
aquellas que asumen o corren el riesgo de ser diferentes a los demás o al común
de la gente sin importarles el “qué dirán”.
Fijémonos por la calle y veamos a las parejas, la gran
mayoría ya olvidó de abrazarse, vivimos en un mundo tan atareado y moderno que
nos olvidamos de aquel detalle que teníamos de enamorados con nuestra pareja.
Darse la mano es hablar sin hablar, es decir; aquí me
tienes, te quiero y puedes contar conmigo para todo lo que necesites.
Las personas diferentes no olvidan abrazar o agarrar de la
mano a sus parejas, ellos resaltan de los demás y muchas veces son causa de
sonrisas y murmuraciones, sin embargo eso no les interesa ni los conmueve en lo
mínimo porque lo hacen en forma natural y espontánea.
Aquellos padres que abrazan o besan a sus hijos son casos
raros en nuestra actual sociedad, son más bien un punto raro en el común de la
gente.
Sobresalen de los demás por ese amor natural que los lleva a
demostrarlo también naturalmente mediante el contacto y el lenguaje corporal
que tenemos los seres humanos.
Ser diferente no es una lucha contra el mundo actual sino es
el fruto de nuestros propios convencimientos.
Ser diferente es tratar de ser mejores cada día sin la
presión de tratar de ser mejores cada día.
Ser diferentes es no tener temor de decir las cosas que nos
molestan, siempre cuidando de no herir a los demás, sino porque dicha molestia
podría afectar no sólo a nosotros.
Ser diferente es apoyar las causas justas sin que los demás
tengan que enterarse.
Ser diferente es denunciar la injusticia aunque ello nos
cause insultos e injurias.
Ser diferente es a la vez ser humilde porque las cosas las
realizamos no por la simple etiqueta de ser diferentes ni para resaltar de los
demás, sino por convicción.
Ser diferentes es estar tranquilos y serenos aún cuando casi
todos los demás pierden la cabeza por temas que realmente no revisten mayor
importancia.
Ser diferente no es tratar de cambiar al mundo sino tratar
de cambiarse a uno mismo.
Ser diferente es tener la capacidad de sonreír a todas la
personas que nos rodean, sean conocidos o desconocidos.
Ser diferente es ser cortés, es ser amable, es ser generoso
y saber olvidarse un poco de uno mismo, porque esas cosas “aún no han pasado de
moda”.
Ser diferente es ser un líder en excelencia en todo lo que
hacemos, en nuestro hogar, en nuestro trabajo y en nuestras relaciones humanas.
De: http://lanuevaeconomia.com/correr-el-riesgo-de-ser-diferentes-motivacion-personal-para-lograr-el-exito.html